Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Xano en el corazón

El niño escucha al maestro, escucha de Heráclito por primera vez, escucha que las hojas se mueven lentamente en el atardecer y hay que saber mirarlas a contra luz. Hay que aprender a comtemplar sabiendo que "Todo esto es transitorio".

Cristina Ginastera lo sabe, lo supo, me dijo. Ahí esta "Escrito para ti" y "Todo los días". "¿Por qué me lo cuentas, Xano?"-le pregunto. "Para que escribas mi biografía"-responde. Y se rie.


"Mi poesía es como la música de Haydn"-le había dicho Celso Garrido Lecca. "Por eso me gusta Haydn". Le digo, "te pareces a Wagner" y "tu a Descartes", me dice. Y rie. Nos reímos en Ernesto Plasencia, cerca al Olivar de San Isidro, su país de verdad.


Horas de horas, en el patio de su casa...el enorme jardín de Choquehuanca, donde vivía en la casa de su suegra y donde Teresa- su amable mujer, también muerta- me servía galletitas con mermelada de mora. ¡Cómo quisiera abrazar todo eso!...


Mi Xano ha muerto, esta muerto. Y no me interesa si le hacen homenajes o si lo olvidan. Extrañaré que exista, extrañaré saber que la puerta de madera de la calle Ernesto Plasencia ya no es su casa. Extrañare que no esté vivo y que me diga "todo esto es transitorio"·

Nota: por respeto a mi recuerdo de Xano, no pretendo colocar ninguna foto, ni transcribir algún poema o verso de Alejandro Romualdo Valle Palomino. Alejandro Romualdo era el poeta que muchos conocian y admiraban, para mi era Xano, alquien más que Romualdo.

sábado, 24 de mayo de 2008

La vida sería imposible sin ti, Johann Sebastian Bach

La vida sería imposible sin ti, Johann Sebastian Bach. Lo repito como un salmo. Nada es nimio. Nada sobra, nada falta. 1080 obras, la cima de la perfección, la contemplación de la Belleza. Adios tristes obispos de la sociología del arte, de la antropología del arte. !La Belleza existe¡


Cantata: Jesus bleibet meine Freude (BWV 147)


Jesús es mi alegría
el consuelo, la dulzura de mi corazón.
Jesús me defiende de todo mal,
Él es la fuerza de mi vida,
la alegría y el sol de mis ojos,
el tesoro y las delicias de mi alma
por eso no aparto a Jesús
de mi corazón y de mi vida.


Cantata: Jesus bleibet meine Freude (BWV 147-7)

martes, 20 de mayo de 2008

Lutero: sobre la fe y la música.

Transcribo literalmente:

"La música tiene el primer lugar y la mayor gloria después de la Teología"

"Las notas hacen viva a la Palabra"

"La música interpreta la Palabra en una prédica de sonidos"

"El canto de la comunidad busca que la palabra de Dios quede entre los pueblos...el cántico de la Iglesia debe poner en obra el Evangelio y hacerlo vibrar".

Todo esto - y otras cosas- nos llevarán a la teología sonora de J. S. Bach, tan importante como la teología poética de Dante, como la teología visual de Vermeer. Este sólo es el principio de un camino personal, casi inexplicable. Pues tendría que inventar un lenguaje que soy incapaz de crear. Quizá más adelante, tal vez.

sábado, 10 de mayo de 2008

Death Cab For Cutie: una agradable confirmación

Desde hace una década esta banda norteamericana no ha hecho otra cosa que sorprender. Se pensó que el cambio a una disquera transnacional, como la Atlantic Records, iba limitar la capacidad creadora del grupo. Afortunadamente, esto no ha pasado. Death Cab For Cutie sigue publicando discos de una inusual importancia.


Al oirlos, es inevitable trazar las influencias del pasado. A estas alturas de la historia del rock, no hay grupo actual que no las cargue. Lo interesante de Death Cab For Cutie, es que ha sabido procesar sin complejos las tradiciones anteriores. Se percibe la huella lejana de algún periodo de Pink Floyd. También de Gerry Rafferty, de The Ocean Blue e incluso de Coldplay. Ciertamente, propuestas de tiempos distintos, pero unidas por una atmósfera entre etérea y aérea; composiciones de discurso fluido, lineal y sin mayores contrastes. Death Cab For Cutie, anda por esa ruta, pero le añade un sentido de elevación desfalleciente que apuntala lo que bien se dice y canta. En suma, una banda que será emblemática en esta década.

Aqui algo de Death Cab For Cutie "I Will Possess Your Heart" 2008


viernes, 9 de mayo de 2008

Misericordia, Austria y el silencio

La grandeza de un alma se mide por el grado de compasión que experimenta ante el dolor ajeno. Por ello, sólo un corazón verdaderamente humilde puede ser compasivo. El soberbio es incapaz de colocarse en el lugar del otro. La distancia de su mirada, también le distancia del corazón sufriente. En grado máximo, la ausencia de todo tipo de compasión es la crueldad. El cruel puede hacer sufrir al otro sin ninguna consternación. No hay remordimiento, siquiera lástima.


¿Puede la música "expresar" compasión? Claro que si. Sin embargo, no es algo inherente a la composición, sino a quien se compadece. Es decir, un corazón compasivo podrá asignar a una determinada obra un carácter misericordioso. Como una música de fondo que acompaña a la experiencia del dolor ajeno o del dolor propio. Los cineastas han usado y usan a menudo este recurso. Un caso muy conocido es el de El Proceso (F. Kafka) de Orson Welles. El Adagio de Giazotto-Albinoni se escucha enfatizando el carácter trágico del film desde la escena inicial. Las tremendas vicisitudes de Joseph K. no generan la menor compasión de los que se interactúan con él. Por ello Welles recurre al popular Adagio para asentar el dolor del protagonista principal , tratando de conmover al espectador. En mi caso sí lo logro.

Otro ejemplo que se me viene ahora a la mente es el film de Oliver Stote "Pelotón" . En este caso, la obra "conmovedora" que se utiliza es el célebre Adagio para cuerdas de Samuel Barber. Hay un momento muy conocido. El actor Willem Dafoe, que representa al sargento Elías, es alcanzado por el fuego de las armas. Antes de caer, eleva sus brazos hacia el cielo, mientras el Adagio de Barber enfatiza el instante trágico. Efectiva escena que sirvió a Stone de cartel publicitario para Pelotón .


Hace unas semanas, todos supimos del caso tremendo de Austria. Tan tremendo que es imposible nombrarlo. Pero más allá de lo lacerante del hecho, lo importante ha sido la reacción masiva de toda la comunidad global a favor de esta mujer, congénere nuestra. ¡Cuánta compasión todavía habita en la mayoría de nosotros! Felizmente, más allá de toda la parafernalia relativista, la mayoría de la humanidad percibe qué es lo decididamente malo.


La mar de veces en las que me entero de cosas tristes, mi alma melómana no deja de asociar esas circunstancias a determinadas composiciones. Sin embargo, ante lo que ha ocurrido en Austria, me es imposible ubicar alguna obra. Pienso que el silencio, en este caso, expresa de mejor manera compasión y misericordia.


Introducción a El Proceso (The Trial) de Orson Welles (1962). En el fondo se oye el Adagio de Giazotto, basado en un adagio de Albinoni.





Adagio para cuerdas de Samuel Barber, utilizado por Oliver Stone en Pelotón (1986)


sábado, 3 de mayo de 2008

La Música II

Una anécdota contada por Ernst Gombrich en Arte y Autotrascendencia, un texto incluido en su libro"Ideales e Ídolos". Wolfgang Kohler, el fundador de la psicología Gestald, había sentado su posición contra el nazismo en un diario universitario. Sabiendo de las posibles represalias, Kohler y un grupo de amigos y colegas esperaron en su casa durante toda la noche el probable arresto que nunca se produjo. "Estuvieron interpretando música de cámara a lo largo de toda aquella noche. No puedo imaginar mejor ilustración respecto al lugar del valor en el mundo de los hechos", dice el historiador austriaco. Me imagino que Gombrich se refiere a los valores que iluminan el hacer de los seres humanos. Aun en los momentos más duros y terribles, el aferrarse a los principios que gobiernan nuestra vida, se constituye en el fundamento de lo que habitualmente llamamos "razones de vida".

No recuerdo con exactitud en qué circunstancias supe de esta anécdota. En la segunda guerra mundial, la fuerza aérea norteamericana bombardeó con particular ferocidad la ciudad de Dresde quedando reducida a escombros. Una vez sometida la ciudad, los soldados la ocuparon por tierra. Se cuenta que al llegar a la plaza donde se hallaba el teatro de Dresde, las fuerzas estadounidenses vieron a un grupo de músicos alemanes tocar sobre los escombros. Los soldados no podían explicarse tal situación. En el peor de los escenarios, el de la desolación, aquellos artistas daban testimonio de los valores que rigen la vida o que nos consuelan en los momentos más tremendos. En estos casos, la música era la forma de tal liberación.